Cómo Liberarse de la Culpa
Energía que bloquea, limita y obstaculiza el fluir del potencial de Amor que yace en ti
¿Te sientes mal porque otros opinan, actúan o piensan diferente a ti?
¿Dejas de hacer cosas o tomas acciones por temor a lo que otros piensen u opinen?
¿Se te dificulta soltar el pasado?
¿Juzgas los errores tuyos o de otros?
¿Te sientes víctima o impotente ante las circunstancias, decisiones o personas que te rodean?
¿Te sientes responsable por los sentimientos de otros?
Si la respuesta a una o a todas las preguntas anteriores es positiva, te has encarcelado con información falsa que activa la carga de la culpa, y limita tu potencial de Felicidad, Paz y Servicio.
De la culpa a la liberación
La culpa se origina en creencias e interpretaciones falsas que han pasado de generación en generación creando cadenas de sufrimiento, desarmonía e insatisfacción.
Mientras culpes a los demás o a ti mismo por tus propios resultados, es absolutamente imposible experimentar paz
Ajustándonos a las leyes universales comprendemos que:
Al culpar a algo o a alguien por lo que sentimos, estamos calificando nuestra propia energía con esa discordia o imperfección que vemos afuera de nosotros mismos, la cual se proyecta a través de nuestra propia carne.
Mantener en permanente vigilancia tus propios sentimientos, te permite recordar que lo que otros hacen es asunto de ellos, y que lo que tu sientas es asunto tuyo.
Nunca podrás experimentar la liberación a menos que corrijas tus sentimientos, reflejo de lo que piensas…
Para liberar la carga de la culpa y transformar dicha energía en Amor, es necesario observar y experimentar la vida desde tu centro de Amor que es muchísimo mas amplio que todo aquello que el ego puede percibir. Desde este centro podrás Asumir tu realidad presente como resultado de las decisiones que tomas en el camino de la vida.
En el universo no existe la culpa, existe el error, necesario para poder descubrir la existencia de las leyes universales.
Creencias que nutren la culpa
A continuación encuentras una serie de creencias que hacen parte de la cadena de la culpa. Transformar esta energía te hará correspondiente con nuevos mundos inimaginables para el ego! Depende de ti y solo de ti tomar las riendas de la manifestación de dichas realidades…
Sólo el ego puede percibir desde la dualidad. Cuando nos identificamos con el ego catalogamos las cosas, personas y situaciones como buenas o malas dependiendo del sentimiento que experimentamos frente a ellas, y asumiendo el papel de víctimas, terminamos por responsabilizar a agentes externos por nuestras propias creaciones.
Cuando observamos y experimentamos la vida desde lo que realmente somos, podemos verificar que no existe lo bueno y lo malo porque todo es necesario y cumple con un propósito dentro del proceso evolutivo.
Bajo este principio empezamos a tomar responsabilidad por nuestro propio universo interno y por todas aquellas energías que no generan lo que esperamos, porque comprendemos que como seres creadores, tenemos la capacidad de generar una nueva realidad a partir de los cambios internos que realizamos.
«El error es malo y se castiga»
Pensar que alguien tiene que pagar por esto o por aquello es creer que hay culpables, lo cuál lleva a pensar en castigos y a expresar los sentimientos negativos del ego. En toda situación hay una oportunidad de aprendizaje para todas las personas involucradas. Encontrarla siempre requiere sabiduría, la cuál se desarrolla liberando creencias.
El error es un resultado inesperado que muestra que no sabemos obtener lo que esperamos. Observarlo de esta manera, como lo hace un científico, quitándole la carga del sentimiento que lo condena como malo y que le adjudica castigos, nos ahorra mucha energía. Energía que puede ser utilizada eficientemente en implementar, enseñar o auto-aprender y corregir o transformar lo que sea necesario para poder obtener lo deseado.
Todos tenemos derecho a equivocarnos, a comenter a errores, a re-aprender para corregirlos y a generar así nuevas correspondencias cada vez mas satisfactorias y liberadoras.
«Soy feliz si los demás hacen lo que quiero y las cosas se dan como lo pido»
La persona que no es capaz de ser feliz por sí misma, es un vampiro para los demás porque no confía en si misma, no reconoce sus valores y va a buscar afuera lo que CREE que no tiene, exigiéndole a los demás algo que los demás no pueden hacer: hacerla feliz…y como no lo logra, culpa.
Nuestra capacidad de ser felices está siempre presente. Uno de los propósitos de vida es activarla de manera incondicional lo cuál se logra reconociendo y transformando la energía del ego.
No siempre se dan las cosas como el ego quiere porque no todo lo que pide hace parte de lo que necesitamos en el momento. Sin embargo siempre tenemos lo necesario para aprender a ser felices y a valorar lo que experimentamos!
Nuestro estado de felicidad no debe depender de nada ni de nadie porque es un don permanente y solo el ego lo vuelve intermitente.
«Por culpa de…yo me siento…»
Asume tu vida y permite que los otros asuman la suya!. Si experimentas una emoción, un sentimiento negativamente alterado o un pensamiento destructivo, libéralo pero jamás con la persona en cuestión. Conecta con tu centro creativo para transformar la o las energías que generas y que te hacen daño.
Culpar o responsabilizar a los demás por lo que sentimos o por lo que nos pasa es un vicio mental que nubla nuestro propio potencial y nos ubica en posición de interferencia para que los demás descubran el suyo..
Todos tenemos derecho a nuestras experiencias y estas son necesarias en nuestro proceso evolutivo. Los sentimientos que experimentamos frente a estos eventos nos pertenecen y por lo tanto nos corresponde a cada uno de nosotros trabajar en ellos.
Asumir nuestros propio estado interno y permitir que quienes nos rodean asuman el suyo, nos ubica inmediatamente en posición de respeto… valor que comprendido en profundidad nos convierte en ciudadanos universales.
«Soy responsable de suplir las necesidades de…»
Nadie puede responder por el destino de otro. Todo tipo de interferencia con los procesos de otros, nos limita y nos ubica por ley de correspondencia en una cárcel planetaria en donde es necesario establecer normas y reglas que controlen nuestras acciones e incluso intenciones.
Tu puedes compartir tu felicidad con otros y hacer acuerdos de convivencia preguntando y decidiendo libremente cómo apoyar la felicidad del otro, sin embargo cada quien es responsable de su propia felicidad. Todo tipo de obligación es una carga que el ego ha impuesto. El Amor no manipula ni se deja manipular porque Amor es libre y comprometido.
El valor de la Culpa
Decide no volver a culpar a nadie, ni a ti mismo por tus propios resultados pues estos son requisitos indispensables que impulsan y promueven tu propio proceso evolutivo, el cuál es igual para todos y cada uno de los seres que te rodea.
La culpa es una reacción automática que impide ver la verdadera respuesta a la situación que necesita mejorar.
Tu eres el dueño de tus decisiones y si los efectos que obtienes no son los que esperas, te corresponde a ti transformar las causas que los genera.
Observar tus sentimientos duales que van del negativo al positivo, frente a eventos externos, te permite verificar la información que está en tu mente y transformar lo que sea necesario para desarrollar tu potencial al máximo.
Renuncia a las manifestaciones del ego y verifica que puedes seguir experimentando la vida, en condiciones muy superiores, si renuncias a sus máscaras.