Vi un pez en el fondo del océano, sacudiéndose.
¿Soñaba? No, meditaba.
Y esta visión reveladora ha estado conmigo desde 2011.
Un pez apareció, zarandeándose desesperadamente…creyendo que iba a ser devorado por un tiburón.
Grandes nubes de arena se formaban.
Cuanto más se movía, más nublado y caótico el medio en el que batallaba.
Más arena se levantaba. Hasta el punto de no ser capaz de captar nada de lo que sucedía a su alrededor.
Su propio pánico creó una gran tormenta mientras se sacudía.
Y esto atrajo la atención del tiburón.
En esta nube de arena, el pez quedó paralizado.
Cuando dejó de moverse, la arena se asentó. El agua se hizo clara y la visión se amplió para poder elegir libremente qué dirección tomar.
En medio de la calma, el tiburón siguió su camino.
¿No es maravilloso saber que nuestros rumbos se aclaran cuando estamos en estado de Total Presencia?
Cualquier problema puede abordarse en armonía mientras optemos voluntariamente por ralentizar y retornar a la simplicidad de la esencia.
Ley de Armonía
Todo lo que se emite actúa, reacciona y regresa. Todo lo que es atacado se defiende. Todo lo que agrada es aceptado.
Mis Lecciones de Vida
¿No es maravilloso saber que nuestros rumbos se aclaran cuando estamos en estado de Total Presencia?
Cualquier problema puede abordarse en armonía mientras optemos voluntariamente por este estado.
Mis miedos y mi resistencia crean más caos.
Un estado de Presencia Total expande mi visión, me conecta con mi propósito de vida e ilumina mis acciones.
Sólo puedo tomar responsabilidad de mis propias decisiones.
~ Ana Noriega