Siete llaves maestras que transforman el ego en sabiduría
El Amor siempre reconoce la opción de elegir
Porque todo lo que sucede en la vida tiene un propósito de Amor
Hacernos correspondientes con personas, situaciones, incluso civilizaciones y mundos de mayor nivel de satisfacción, paz y felicidad, implica derribar todos aquellos viejos conceptos y patrones de comportamiento que bloquean el fluir con total libertad hacia dichas correspondencias.
Siete llaves maestras nos apoyan en la trascendencia de toda limitación de nuestro mundo interno y nos abren la puerta para manifestar y ser partícipes, de un mundo externo lleno de felicidad y de éxito.
Amar es una decisión que requiere acciones de comprensión. La propuesta consiste en deponer las armas del ego a través de la renuncia, para así poder empuñar las herramientas de amor. Una vez nos entrenamos en el uso de dichas herramientas, no necesitaremos utilizar más las armas, y en ese momento estaremos listos para ser humanos de paz.
ACEPTAR
Mientras haya lucha por intentar cambiar la realidad y a las personas, nos estamos resistiendo a aceptar.
Aceptar: es comprender que el propósito del Padre es perfecto y que todo lo que ocurre es neutro y necesario. Renunciando al intento de cambiar a los demás, a tratar de interferir con sus experiencias de vida, a luchar y a tratar de modificar el orden perfecto del universo y sus procesos necesarios, podemos dirigir con mayor eficiencia nuestra acción y nuestra energía hacia el trabajo sobre nosotros mismos.
ASUMIR
Mientras culpemos a los hechos, a las personas o incluso a nosotros mismos por nuestro sufrimiento, no estamos asumiendo que somos nosotros mismos quienes creamos la desarmonía de nuestra realidad interna, con las interpretaciones que hacemos de las cosas.
Asumir: es comprender que somos los únicos dueños de nuestras decisiones y de nuestra experiencia de vida. Renunciando a culpar a algo o a alguien por lo que nos sucede, tomamos responsabilidad de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, de la decisión de ser felices y de ser nosotros mismos frente a las realidades externas, que en sí mismas son neutras.
ACTUAR
Mientras reaccionemos automáticamente, desde nuestro instinto animal, huir o defendernos, no habrá espacio para responder desde la claridad mental que determina la acción de sabiduría: dar lo mejor de si mismo en cualquier lugar y frente a cualquier persona.
Actuar: es comprender que renunciando a agredir en pensamiento, palabra y obra, a algo o a alguien, tendremos total capacidad de establecer libremente compromisos y hacer acuerdos sustentados en la firmeza, la lealtad y la confianza. Hacer, con total eficacia y serenidad, ante cualquier circunstancia que se presente, es la clave del tener.
AGRADECER
Mientras suframos ante los aparentes problemas, nos distanciamos de agradecer las oportunidades de aprendizajes que nos brinda la neutralidad de toda situación.
Agradecer: es comprender que renunciando a sufrir ante las dificultades, podemos reconocer que todo, sin excepción, tiene un profundo propósito de amor para poder reconocer la ley y liberarnos de las limitaciones, las dependencias y el sufrimiento. Agradeciendo todo lo que la vida nos presenta y todas las situaciones difíciles y dolorosas, desarrollamos nuestra capacidad de aprender de ellas y realizar nuestro desarrollo espiritual.
VALORAR
Mientras nos quejemos, no estamos disfrutando lo que el presente nos ofrece.
Valorar: es comprender que renunciando a la queja, nos convertimos en seres abundantes porque quien valora, da buen uso y disfruta intensamente lo que tiene, reconociendo que siempre está ahí lo necesario para ser feliz. Valorando, desarrollamos la capacidad de disfrutar de nuevas cosas, de nuevas experiencias y de nuevas relaciones. Quien no valora lo que tiene, está en camino de perder lo que necesita.
RESPETAR
Mientras demos rienda suelta a la crítica y a los juicios, estamos dejando de reconocer que cada quien tiene derecho a decidir sus propios comportamientos, creencias, ideas, costumbres y su ritmo de aprendizaje.
Respetar: es comprender que renunciando a la crítica y a la interferencia, estamos valorando que cada quien hace lo mejor que puede hacer desde la información que tiene. Cada quien tiene el derecho a tomar sus propias decisiones aún cuando se equivoque; nadie comete errores con intención porque el error es parte inevitable del proceso de evolución, y sólo nos corresponde proveer información necesaria cuando se es solicitada.
ADAPTARSE
Mientras esperemos que los demás se comporten diferente o que las situaciones se ajusten para sentirnos mejor, estamos privándonos de aprender a ser flexibles y de aprender a adaptarnos a otros puntos de vista para crear una convivencia pacífica y armónica con todos los seres del universo.
Adaptarse: es comprender que renunciando a huir del lugar y de las situaciones que nos corresponde vivir, desarrollamos la capacidad de flexibilizar nuestra mente para acelerar nuestro crecimiento espiritual y cumplir con las funciones necesarias que permiten lograr una vida llena de satisfacciones.
*Basado en las enseñanzas de Gerardo Schmedling